El sector empresarial demandó a las autoridades hacendarias cumplir el compromiso de que los recortes presupuestales no tocarán a las actividades productivas ni mucho menos a los programas sociales, a fin de evitar un efecto negativo sobre la actividad económica del país.
De acuerdo con el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), que dirige Carlos Hurtado, el menor margen de maniobra en las finanzas públicas pone en riesgo el cumplimiento de los objetivos planteados en los Precriterios 2020, en especial por la decisión de cumplir con los nuevos programas sociales que se han instrumentado.
“Hasta ahora el programa económico propuesto ha sido bien recibido por los mercados. Para que esta percepción no cambie, es fundamental lograr que se cumplan los objetivos planteados en cuanto al cumplimiento de las metas fiscales”, sostuvo.
No obstante, la reacción del mercado podría ser disruptiva para la estabilidad, o bien, se podría regresar a la práctica de usar el gasto de inversión como el renglón de ajuste, con su consecuente efecto negativo sobre la actividad económica del país.
En su análisis ejecutivo semanal, el CEESP recordó que para el 2020 se prevé un ajuste al presupuesto adicional respecto al 2019 de 0.5 puntos porcentuales del producto, lo que significa una reducción de 1 punto porcentual en los primeros dos años del presente gobierno.
“Este ajuste es relevante si se considera que, como porcentaje del producto, el gasto total del sector público se ha reducido de manera importante desde el 2017, de tal forma que desde ese año hasta el 2020 la reducción acumularía 4.4 puntos del PIB. Destaca la disminución en el gasto programable, que en ese periodo habrá sido de 5.1 puntos del PIB”, expuso.
El organismo privado aglutinado en el Consejo Coordinador Empresarial destacó que Alfonso Romo, jefe de la oficina de la presidencia, informó en marzo que ante la posibilidad de una menor recaudación, a petición del Ejecutivo, se harán más recortes presupuestales en todas las entidades federales, de tal manera que, al cierre del año, se cumpla el objetivo de no alterar el déficit fiscal programado para el año.
Posteriormente, Arturo Herrera, subsecretario de Hacienda, confirmó que sí habría recortes al presupuesto y que se concentrarían principalmente en rubros de gasto operativo y de personal.
Si bien no dio una cifra específica de la magnitud del ajuste, el funcionario señaló que el compromiso es que los recursos para inversión productiva no se tocarán, lo que es una buena señal si se considera que tradicionalmente este rubro ha sido el renglón de ajuste de las finanzas públicas.
“Estos anuncios fueron bien recibidos por los mercados, toda vez que en principio reflejan el compromiso de las autoridades hacendarias de mantener la salud de las finanzas públicas, lo que es fundamental para fortalecer la estabilidad macroeconómica”, indicó el sector privado.