El Banco Mundial, abreviado como BM. Es uno de los organismos especializados de las Naciones Unidas. Su propósito declarado es reducir la pobreza mediante préstamos de bajo interés, créditos sin intereses a nivel bancario y apoyos económicos a las naciones en desarrollo. Está integrado por 185 países miembros. Fue creado en 1944 y tiene su sede en la ciudad de Washington, Estados Unidos. El Banco Mundial utiliza sus fondos y su personal, y coordina sus actividades con otras organizaciones, para apoyar a los países en desarrollo hacia una vía de crecimiento estable, sostenible y equitativo.
El Banco Mundial es el principal proveedor de asistencia para el desarrollo, pues otorga unos US$ 20.000 millones en nuevos préstamos cada año. (Todas las cifras en dólares corresponden a dólares actuales de EE.UU.) No obstante, no es el único proveedor, y también desempeña una función vital de coordinación con otras organizaciones - privadas, gubernamentales, multilaterales y no gubernamentales - a fin de que los recursos se utilicen con plena eficacia en apoyo de los planes de desarrollo del país.Queremos un mundo sin pobreza, combatiendo la pobreza con entusiasmo y profesionalismo para obtener resultados duraderos.
Ayudar a la gente a ayudarse a sí misma y al medio ambiente que la rodea, suministrando recursos, entregando conocimientos, creando capacidad y forjando asociaciones en los sectores públicos y privado.
Ser una institución excelente, capaz de atraer, entusiasmar y cultivar a un personal dedicado, con aptitudes excepcionales, que sepa escuchar y aprender.
Para saber qué es lo que ayuda a aliviar la pobreza, lo que funciona o no funciona, lo que cambia a través del tiempo, la pobreza se tiene que definir, medir y estudiar y a veces, incluso, vivir. Como la pobreza tiene varias dimensiones se tiene que mirar a través de varios indicadores, niveles de ingresos y consumo, indicadores sociales y más recientemente indicadores de vulnerabilidad de riesgos y acceso socio-político.
La agenda del derecho internacional económico se compone de temas que no escapan a la realidad del común de las personas. En este sentido, en el seno de la Organización Mundial del Comercio se negocia día con día la liberalización de productos básicos; en las oficinas del Banco Mundial se estructuran las condiciones crediticias para proyectos de infraestructura hospitalaria; o en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo se coordinan los esfuerzos para atenuar la mortandad infantil. Así pues, a pesar de su aparente nomenclatura de altas esferas diplomáticas, el derecho internacional económico toca hoy más que nunca, la realidad económica y social de cada persona.
En este contexto, el objeto de este artículo es en primer lugar, centrar la disciplina dentro del maremagnum del derecho —en especial con relación al derecho internacional público—; y en un segundo paso, revisar el estado actual de las perspectivas críticas, desde las cuales deben valorarse sus fuentes. Valga una breve explicación sobre el objeto pretendido. En nuestra opinión, los procesos de liberalización, las condiciones crediticias y las estrategias de desarrollo —ejemplos del párrafo anterior—, entre otras cuestiones, no pueden ya ser entendidos como fenómenos económicos aislados de una valoración plural. El sentido de este artículo pues, es esbozar las perspectivas desde las cuales este ejercicio puede realizarse.